Historia de
Bell Recó

Bell Recó se empezó a construir en el año 1940, pero su construcción tardó alrededor de 12 años, así que no fue hasta 1952 que la finca se inauguró. Se trata de una finca solariega de la burguesía catalana, un lugar exclusivo en un frondoso paraje del Maresme.

Dispuesto en un jardín a tres niveles, la casa está emplazada en el superior. Las fachadas decoradas con esgrafiados policromados, obra de Francisco Labarta (1883-1963), simbolizan las influencias procedentes de los cuatro puntos cardinales que ha recibido Cataluña.

El granito, procedente de una cantera situada en la misma finca, y la madera son los principales elementos decorativos del hall principal, salones, comedor y dependencias.

La cúpula del pintor Josep Maria Sert (1874-1945), amigo personal de la familia, fue pintada sobre tela en el estudio del artista en París y transportada hasta Argentona. La finca también posee obras del pintor Jose Obiols Palau (1894-1967), los jardines fueron diseñados por el paisajista Joan Mirambell y el Sr. Labarta finalizó la decoración de la casa.

Aunque hoy en día la familia sigue disfrutando de la finca, en la década de los noventa se decidió abrir sus puertas para la celebración de bodas y eventos exclusivos.